Un article a El Noticiero Universal del divendres 24 de juliol de 1970. A la fotografia. que acompanya l’article poden identificar asseguts al banc en Jaume Paris i l’Oriol ros. Dret a la dreta en Soteras.
Sembla impossible escriure més tòpics sobre els “hippies” en una pàgina i inventar-se entrevistes amb personatges com feia a aquest tal P que firma l’article. En negreta em destacat algunes paraules i fragments. No fa ni mica de gràcia; així manipulava la premsa de l‘època.
Canti
Gentilesa de JR Guzman

LOS HIPPIES DE LA PLAZA REAL El Noticiero Universal 24 de juliol de 1970
NI LSD NI MARIHUANA; A LO SUMO VINO TINTO CON GASEOSA I CIGARRILLOSCELTAS

Los vecinos de la barcelonesa Plata Real protestan continuamente de lo que ellos consideran un desacato a la autoridad y una falta de respeto a los habitantes de aquel sector. Los “hippies”. los melenudos. casi todos ellos sucios y desaliñados se han adueñado de la Plaza Real, A partir de las cuatro de la tarde todos los bancos los ocupan ellos. La Plaza Real hace ya mucho tiempo que ha dejado de ser aquel lugar tranquilo donde las “chachas” y las señoras paseaban bajo las palmeras al mismo que los pequeños correteaban tras las palomas. Con la presencia de los “hippies” hasta las palomas han desaparecido. ¿Pero son realmente “hjppies” todos esos chicos y chicas de largas melenas y ojos hundidos que andan por la Plaza Real?
Sin duda, no. Entre esta juventud. de sexo difícil de distinguir, si se les ve desde cierta distancia, se ha mezclado un poco de todo, Hay entre ellos invertidos, maleantes de la mas baja clase, e incluso un buen porcentaje de “hijos de papá”. especialmente ingleses.

Generalmente, al menos entre los de la Plaza Real, las chicas suelen ir más limpias que los muchachos. No es difícil contemplar a chicas de no más de diecisiete años con la cara limpia y hasta un poco de maquillaje, acompañadas de individuos descalzos, con los pies sucios y las uñas de los dedos enlutadas rigurosamente en ambas manos.

Pero entre los “hippies” de la Plaza Real. hay un porcentaje de “snobismo” muy elevado. La mayoría de ellos son aprendices de “h:ppies”. Me lo decía la
otra tarde John Harris, de Pensilvania. que lleva ya dos semanas en Barcelona y suele frecuentar la Plaza Real. Le acompaña una chica rubia estrafalariamente
vestida. y con un pelo que le llega hasta la cintura.

Aquí no hay “hippies”, dice Harris, la mayoría de estos chicos y chicas han salido de sus países para pasar unas vacaciones en España y divertirse jugando a ser “hippie”, No han visto una droga en su vida, y solo saben “amarse”.

-¿Qué quiere decir?

-Que se: llaman rebeldes y quieren protestar y no encuentran mejor forma para hacerlo que conviviendo juntos…

-¿Usted es contrario a eso?

-No, en absoluto… Eso no tiene ninguna importancia, aunque para los españoles haya sido “tabú” durante muchos años. De todas formas lo importante es rebelarse contra los sistemas convencionales que imperan en los países de alto nivel de vida. Queremos ser libres a toda costa y por eso rompemos todas las costumbres y practicamos todos aquellos “tabús” prohibidos en la sociedad actual.

-¿Y de trabajar qué amigo?

-Los “hippies”, los que lo somos de verdad, trabajamos en oficios directamente útiles al hombre. Y nunca nuestro trabajo puede considerarse como un negocio.

-¿Qué hace usted?

-Ahora nada, pero en Pensilvania hago trabajos manuales y luego los vendo.

-¿Y la chica que le acompaña?

-Ella no tiene por qué trabajar. Le basta con estar a mi lado.

-¿Creen en Dios los “hippies?

-Bueno. mire esto es muy complicado… Nosotros creemos en el Amor. Llámese Buda, Cristo. o como quieran llamarle.

VINO TINTO

Botellas de vino tinto y gaseosas tipo “familiar”aparecen en los macutos de esos melenudos de la Plaza Real. La mayoría comen en los mismos bancos de la Plaza Real. Por cierto que este año no dejan tantos desperdicios en el suelo. Y es que, los agentes municipales les llaman al orden con mucha frecuencia.

En un grupo de ellos, hay un negro, de unos veinte años. Es un cubano que probó suerte en el mundo de la canción, en locales de poca categoría, sin que lograra ningún contrato. Se ha enrolado con un grupo de franceses y viaja por todo el mundo.

-España me gusta, y hace ya dos veranos que vengo por aquí -me dice.

-¿Ha estado en la cárcel alguna vez?

-Si. dos veces. en París, pero por asunto de poca importancia. Le vendí un poco de marihuana a un aviador inglés.

-¿Y usted. se droga?

Nada. ..Aquí en España eso no puedo hacerlo. Nuestras drogas son el vino tinto mezclado con agua y los cigarrillos, esos baratos que se llaman “Celtas”.

-¿Los vecinos de esta plaza, le digo, no están de acuerdo con ustedes?
-Si, ya lo sabemos, pero nosotros no nos metemos con nadie… No tenemos culpa de que nuestra sola presencia ya les moleste.
P.