8 comentaris

1. joan carles usó

   7 de maig 2011, 04:11 AM

   1

   Hi han altres casos semblants, com per exemple el llibre “Pregúntale a Alicia. Diario íntimo de una joven drogada”. Es va traduir al castellà en 1972 i encara que la història no ha estat portada al cinema –al menys que jo sapiga- ha seguit reeditat-se fins avui (per Eds. Martínez Roca, Círculo de Lectores y Suma de Letras… la última ed. que conec és de 2009).
   A diferència del que passava en el cas de “Cristina F.”, l’heroïna no te cap protagonisme en el texte (real? apòcrif?,) però també intenta ser un testimoni que recolze l’anomenada teoría de l’escalada.
   La descripció d’aquesta teoría és atribuida a Denise Kandel, però el model proposat per aquest epidemiòleg nord-americà no va fer altra cosa que avalar “científicament” el que ja venien dient des de la década dels 50 destacats líders prohibicionistes, com Robert M. Conlin, comandant de l’oficina de detectius de la policía de Culver City (California), i molt especialment el comisional Harry J. Anslinger, director de l’Oficina Federal de Narcòtics dels EEUU des de la seua creació en 1930: “fumar marihuana és el camí directe per acabar sent un adicte a l’heroïna”.
   Aquesta hipotesi va gaudir de certa credibilitat mentre el caramull de la suposada “escalada” sovint es veia representat pel dramàtic final que suposa la mort per sobredosi d’heroïna. Però curiosament aquesta teoria data de molt abans que el consum d’heroïna fos identificable per la majoria de les persones com una realitat quotidiana, inclús molt abans que els desitjos prohibicionistes envairen la política en materia de salut pública. De fet, és anterior inclús a la prohibició de la marihuana.
   En un correu a banda li envie a Canti una imatge vintage i molt divertida que constitueix un bon exemple de la “teoría de l’escalada” amb el prec de que l’edite en lwsn. La va ser difondre F. Hubbard en “The temperance program” (1915), sota el títol: “The home of an indulgent mother… starting her son toward a drunkard’s grave”. Sense comentaris.

2. ddaa

   7 de maig 2011, 10:03 AM

   2

   “Pregúntale a Alicia” es apócrifo, JC. y la cosa es mucho más grave que lo que ocurrió con Christina F, que al menos tenía una base real. La autora del libro que marcó nuestra adolescencia (y suscitó nuestro cómún interés por “la droga”) era una viejecita mormona llamada Beatrice Sparks. Hablaba de ello (y de ti) en este hilo del Cannabis Café:

   Preguntale a Alicia

   Aprovecho este comentario posterior del mismo hilo sobre otros fraudes similares: “Estos fraudes son muy comunes, especialmente con supuestas biografías de ex-adictos. Está el caso de James Frey y su falsa biografía A Million Little Pieces, que engañó a millones de estadounidenses, el Premio Pulitzer de Janet Cooke con una noticia completamente inventada sobre un niño de ocho años adicto a la heroína, o el de JT Leroy y The Heart Is Deceitful Above All Things , tremebunda historia de una infancia llena de drogas y abusos que resulto ser ficticia. “

   Y añado que JT Leroy rizó el rizo de la engañifa, pues era una mujer que se hacía pasar por hombre. Pero bueno, como diría cualquier subnormal aficionado a justificar lo injustificable por supuestas causas bienintencionadas, “todo vale si ayuda a evitar que los pequeñuelos caigan en la droga”

3. ddaa

   7 de maig 2011, 10:21 AM

   3

   La prueba más contundente de la falsedad de “Pregúntale, etc.” (novela publicada en 1971) es la sinopsis de la película Alice in Acidland, sexploitation antijipi de 1968. La mormona se lo podría haber currado un poco más:

   La Guanabana Psicodelica: ALICE IN ACIDLAND

4. Canti Casanovas

   8 de maig 2011, 09:10 AM

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   Inclosa la imatge que envia el Joan Carles Usó al cos de l’article. “The home of an indulgent mother… starting her son toward a drunkard’s grave.” Només un comentari: Puritanisme.

5. ddaa

   8 de maig 2011, 12:09 PM

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   Como ya destacaba Juan Carlos en su web, el segundo peldaño de la escalera al desastre lo conforman las “medicinas patentadas y jarabes sedantes” productos que, a la sazón, no eran otra otra cosa que derivados o extractos del opio, la morfina y la cocaína, considerados por el autor del texto menos peligrosos que el café, la comida picante o el agua de seltz (vulgo, sifón). Por supuesto que las variantes actuales de la teoría de la escalada no son menos estúpidas y arbitrarias que esta.

6. joan carles usó

   8 de maig 2011, 01:03 PM

   6

   ddaa, gracias por toda esa información que desconocía… Muy bueno el hilo que enlazas de Cannabis Café.
   Las biografías y testimonios personales de ex adictos, reales o supuestos, con fines teóricamente disuasorios constituyen un género bastante explotado. A los títulos que mencionas podríamos añadir otros anteriores. P. ej. en los años 50 se publicó el libro “H is for Heroin”, de David Hulburd, en el que según rezaba la portada “A Teen-Age Narcotic Tells Her Story”. Un poco más tarde apareció “I was a drug addict”, de Leroy Street en colaboración con David Loth. Creo que ninguno de los dos fue traducido al castellano. A principios de los años 60 se publicó “El demonio de las drogas”, de Barney Ross, del cual ya se había publicado en 1958 un texto condensado en la revista “Selecciones del Reader’s Digest” bajo el título “Yo fui morfinómano”. Para compensar tanto efecto opiado en 1967 se publicó “Yo fui un cocainómano”, de Donald Goffrey… Lo dicho, todo un filón.
   Muy oportuna también tu observación sobre las “medicinas patentadas y jarabes sedantes”…

7. joan carles usó

   10 de maig 2011, 03:19 AM

   7

   En la nómina de libros-testimonio de jóvenes drogados (supuestos o reales) se me olvidaba mencionar uno de Jean Beaumont, publicado en España en 1976 bajo el título: “Yo fui más allá de la droga… El testimonio de Enriqueta”.

8. Canti Casanovas

   21 de gener 2015, 01:37 AM

   8

   Molt aviat es publicaran les memòries de la nena addicta a la heroïna més famosa del món: “Christiane F. El llibre portarà per títol “Mi segunda vida”.

   Més infrmació a VICE