Portada i contraportada del Rock Comix núm. 1, 1976

Un article d’Enric Borau, cortesia de Moisès

Introducció de Gaspar Fraga

“Estas palabras informales sobre Frank Zappa, han sido escritas por un guitarrista y compositor que conoce la obra del músico americano desde hace tiempo y que la ha estudiado y practicado durante muchos años. Por esta razón, el editor ha creído interesante incluir el testimonio del músico barcelonés. Enric Borau formó un grupo de rock que ha acompañado durante algún tiempo las actuaciones de Pau Riba (otro confeso admirador de Zappa).”

Enric Borau a Formentera
Enric Borau a Formentera

MI LUPA EN LA OREJA

¿Sabes lo que ella me está diciendo, acariciándome con el “Chu-chu-chas”? Que no me “amuerme” intentando explicar en cuatro palabras quién es Frank Zappa. Y ¿sabes por que? Porque prefiero poner el tocadiscos a todo volumen y pasarme cantidad con este tío y su rollo, porque cuando quiere se lo hace muy bien.
Pero, vale, ya está. Voy a hacerlo en serio, a buscarme la vida pasando un poco de ella y voy a contar todo lo que sé. Lo diré todo, vamos.


Zappa a Amsterdam 1973

He visto dos veces a Zappa. La primera fue en Amsterdam hace unos dos años y aunque hacía mucho tiempo que lo conocía en disco era la primera vez que lo iba a ver en directo, y acababa de salir “Overnite Sensatíon”. Creo que me impresionó muchísimo (quizá por el gusto a cristal que aquel día tenía mí boca). Lo que mejor recuerdo son unos momentos en que la música y los músicos se doblaban como marionetas, como si se aflojaran los hilos que les sostenían. Zappa me gustó mucho como guitarrista, con un sonido FUERTE, GUSTOSO y SEGURO.
Veo que a partir de aquel día empezó a gustarme mucho más y algo que me hace mucha gracia ahora, es que salí pensando en por qué Zappa no hacía solos de guitarra más largos o por qué no hacía discos marcándose el rollo de guitarra solista, algo así como Hendrix o Clapton. Pero ahora, es una de las cosas que más le agradezco: esa buena mesura en sus solos CORTOS, DENSOS y PRECISOS.


Zappa a l’hotel Manila Barcelona 1974

Lo vi por segunda vez aquí, en Barcelona. Ya había llovido muchas veces desde Amsterdam y la historia era muy distinta. Además, gracias a mi amigo Gaspar Fraga que le hizo una entrevista para televisión, pude hablar con él un rato, ver los ensayos del grupo, las aburridas preguntas que los críticos más renombrados del lugar le hicieron en la rueda de prensa y ver la actuación en primera fila (¡Cantidad de divertido!). Vamos, que pude conocerlo mucho más de cerca que lo habitual en cualquier admirador suyo. Hablando con él (con traductor incluido) me hizo mucha gracia cuando le pregunté si algunas veces cambiaba la clásica afinación de la guitarra y me contestó que no, que ya tenía suficiente trabajo con la normal. Después, durante la actuación de aquella noche, al estar muy cerca me divirtió la tira todo el asunto escénico, sobre todo la mímica de Frank combinada con los toques de George Duke y sus teclas. En general, la actuación me pareció más floja que la que había visto en Ámsterdam, quizá porque había menos músicos restándole calidad y colorido a las piezas, muchas de las cuales eran del álbum “Overnite Sensation”.
En plan criticón, y como puntilla final, diré que he oído todos sus discos a lo largo de los tiempos (excepto el último con el Captain Beef-heart) y que gran parte de su primera época la encuentro superpaliza aunque con cosas muy buenas que cuando las oí me gustaron muchísimo.
“Hot Rats” ¡BOUMMM! me dio el toque del plan fan y lo escuchaba noche y día sin descanso (en aquella época no se dormía). Creo que es lo primero que escuché de Zappa y me dio la vena con aquellos saxos y su guitarra, y el batería y el Ponty y el Harris tocando unos temas súper alegres, hablando de alegría, creo que ésta es una de sus cualidades que más me ha cautivado en su manera de hacer junto con el abundante despegue de imágenes que sus sonidos me sugieren. Otra de sus cualidades remarcables han sido las voces, esos coros gustosos en discos como “Ful-more East, June 1971” y “Apostrophe”, este último creo que es el disco que más me gusta, el más refrescante y logrado y quizá sea la calidad del sonido de su última época lo que más me deleita. Como también la cantidad de cortes que hace en “One Size Fits All”, que impide que uno se pueda recrear con ellos, es lo que más me molesta. Por otra parte, creo que Zappa ha sido siempre un tío con mucha vista a la hora de escoger sus músicos, rodeándose de intérpretes de gran calidad a los que ha sabido encajar en su música, y a los que ha ido renovando constantemente dando así más variedad a sus grabaciones y experimentando con distintos rollos lo que le ha dado una experiencia única a la hora de componer y trabajar con sus colaboradores.
También pienso en la importancia que poseen las letras de sus canciones, pero como conozco muy pocas y las que conozco son pésimas traducciones, estoy seguro de que me he perdido gran parte de su rollo, pero me ha parecido que actualmente Zappa concede más importancia al sonido y entonación de lo que dice que al contenido de las palabras, aunque he leído algunas de gran imaginación y muy alucinadas, y me parecen muy divertidos los diálogos que se monta en escena, pero, también, creo que él pasa ya mucho de todo ese tinglado irónico que le han señalado.

ENRIC BORAU