Publicat dins: Cinema - 21/04/2011
Juan Carlos Usó
Katmandú, cartel en castellano
Katmandú, cartel en inglés
Cartel de More
En 1969 se estrenaron dos películas que reflejaban de manera inequívoca la incorporación del consumo de heroína ―por vía intravenosa― a la dieta farmacológica de los jóvenes inmersos en la cultura alternativa del momento. Nos referimos a Los caminos prohibidos de Katmandú, de André Cayatte
y More, de Barbet Schroeder.
Si la primera contaba con el aliciente de la participación de una pareja de moda, con gran tirón popular, como la formada por Jane Birkin y Serge Gainsbourg; la segunda presentaba el atractivo de la banda sonora compuesta e interpretada por el grupo Pink Floyd, además de haber sido rodada en Ibiza.
Reanaud Verley & Jane Birkin
Mimsi Farmer
Los caminos prohibidos de Katmandú se estrenó simultáneamente en los cines Alexandra, Atlanta y Excelsior de Barcelona en diciembre de 1970. Ver La Vanguardia, 4 diciembre de 1970, p. 50 pdf. En esta reseña publicada en La Vanguardia con motivo del estreno, A. Martínez Tomás calificaba al filme como “complejo, extraño y desconcertante”. La película quería ser una advertencia sobre la “ineficacia de algunos movimientos de rebeldía, que tras su impulso primero se desvían después hacia objetivos imprevistos”, pero según el crítico no conseguía ese propósito aleccionador para la “juventud ilusionada con las utopías”, porque pecaba de “superficialidad”.
La película no se estrenó en Madrid hasta el año siguiente. El diario ABC de 23 de septiembre de 1971 anunció el acontecimiento del estreno con la siguiente invitación: “NO DEJE DE VERLA AUNQUE NO SEA «HIPPY»”. Ver ABC, 23 septiembre 1971, p. 80 pdf.
Para que pudiera verse More en los cines españoles hubieron de pasar más años. De hecho, la película de Barbet Schroeder no se estrenó hasta el mes de noviembre de 1977, en la sala especial Gayarre de Madrid.
ABC, 8 noviembre de 1977, p. 73
El anuncio insertado en ABC invitaba a los espectadores a su visionado con estas palabras: “LA PELÍCULA QUE SE HA ATREVIDO, SIN TAPUJOS, A INTRODUCIRSE EN EL UNIVERSO DE LAS DROGAS Y DEL EROTISMO”. En una reseña publicada en el mismo diario con motivo del estreno, Pedro Crespo destacaba el doble descubrimiento que en su día había significado: “el de la droga como elemento de uso generalizable y el de Ibiza como paraíso más o menos libertario”. Pero al mismo tiempo el crítico reconocía que los ocho años transcurridos desde su producción habían restado “buena parte de su atractivo original, de su valentía y oportunidad para abordar el entonces lejano y bastante misterioso mundo de la droga, y también de la caracterización dada a sus personajes, arquetipos de la avanzada de los «hippies» del momento”. Ver ABC, 18 noviembre de 1977, p. 73 pdf. En marzo de 1978 More llegaba “a provincias”. Ver ABC Sevilla, 1 marzo 1978, p. 34 pdf.
Con todo, hay que decir que para entonces ya había muchos cinéfilos, especialmente catalanes, que habían tenido la oportunidad de ver la película en Francia. En este sentido, merece la pena recordar que a finales de junio de 1971 se habían organizado autobuses para asistir al Challenge Internacional de Cinema, celebrado en la localidad de Céret, donde se proyectó More, junto con otras películas imposibles de ver en aquel momento en España: Les amants, Blow Up, Le porcile, etcétera. Ver La Vanguardia, 12 junio 1971, p. 55 pdf.
La prueba de que More ya constituía todo un referente entre muchos espectadores antes de su estreno en España es que cuando se estrenó La Vallée (El Valle), en el verano de 1974, la publicidad aludía al anterior filme: “Si «More», de Schroeder, miraba a los paraísos artificiales, «LA VALLÉE» mira a los paraísos inexplorados”.
ABC, 1 septiembre de 1974, p. 68
Cabe preguntarse, a estas alturas, qué influencia pudieron tener estas películas ―si es que la tuvieron― en la introducción de la heroína en el Estado español y en la diseminación de su consumo.
Mimsi Farmer & Klaus Grünberg
Publica La Web Sense Nom per cortesia de Juan Carlos Usó (drets de còpia)
12 comentaris
Gero
22 d’abril 2011, 02:24 PM
1Quin morbillo tenia la Birkin i la roseta de More. Els cartells decarreguevaben mes feromones que altra cosa. La xeringa i Katmandú quedaven clarament eclipsats per la cosa del sexe.
ddaa
2 de novembre 2011, 08:47 AM
2Mimsy Farmer tampoco le iba a la zaga (aunque me quedo con Jane Birkin de aquí a Lima) Coincido con Gero en que estas pelis provocaron más masturbaciones que enganches a la heroína.
Canti
2 de novembre 2011, 09:40 AM
3Reconozco también mi tirón por la Birkin, estos ojazos y morros… pero Mimsy Farmer tenia algo de andrógino seductor que me pone…
En fin, dos pelis donde chico busca chica pasada de rosca e intenta reconducirla. Ellas siempre han sido las malas, esto viene de lejos… Una buena carga de misoginia en las dos.
Gero
2 de novembre 2011, 11:22 AM
4Algun dia tendriamos que escribir algo sobre las musas de las feromonas que instruyeron nuestros placeres solitarios en años mozos. De Sofia Loren a Maria Schneider pasando por … Ornella Mutti. En definitiva ¿que hubieramos hecho sin ellas? Fueron guias e instructoras, partes muy importantes de nuestra educación.
666
2 de novembre 2011, 02:00 PM
5Joder! Parecéis una pandilla de viejos verdes… A mi “Los caminos prohibidos de Katmandú” ni fu ni fa… Pero he de reconocer que el visionado de “More” me llevó a visitar Ibiza y a buscar una dosis de heroína para probarla, como un desesperado… No lo conseguí hasta que me fui a Ámsterdam.
Si he de pronunciarme en favor de un icono femenino de la época, me quedo con la Jane Fonda de “Barbarella” o la Ewa Aulin de “Candy”.
Canti
5 de novembre 2011, 01:20 PM
6Si 666 y yo el más viejo y guarro por aquello de que “dirty old men need love too”. De acuerdo contigo en la calidad de More con Pink Floid. No fué mi caso pero tu confirmas que la heroína podía ser también un elemento de seducción.
ddaa
7 de novembre 2011, 03:37 PM
7No vi Los caminos…, pero More no era explícitamente incitadora. De hecho, no conozco una sola película sobre la heroína que lo sea. La mejor, desde mi punto de vista, es Drugstore Cowboy, que no es tanto sobre la heroína como sobre las drogas de farmacia, cuenta con la impagable presencia de William Burroughs y con una extraña ausencia: la de la moralina que empapa a cualquier cinta que tenga que ver con opiáceos y agujas.
666
8 de novembre 2011, 12:59 AM
8No digo que “More” fuera una película “explícitamente incitadora”. Pero si no dijera que abrió mi apetito o que despertó mi curiosidad por la H estaría faltando a la verdad.
Por lo demás, estoy completamente de acuerdo con la opinión de ddaa acerca de “Drugstore Cowboy”.
ddaa
8 de novembre 2011, 01:33 PM
9La seducción de la heroína es la misma que la del vampiro: se supone que debería darnos miedo, pero también nos puede atraer mucho. Un par de artículos para complementar esta entrada, ambos excelentes, si bien el segundo de ellos habla de un período posterior
- DROGADOLESCENCIA: El cine yonqui europeo de la edad del pavo
- El vampirismo como metáfora de la adicción en el cine de los ochenta
joan carles usó
8 de novembre 2011, 02:54 PM
10Joder, Alejo! Lo controlas todo… Vaya par de articulazos nos acabas de recomendar sobre cine & drogas. Muchas gracias… Eres el puto amo de I-net!
ddaa
9 de novembre 2011, 07:32 AM
11Sería el amo de Inet si consiguiera convencerte para que abras un blog, JC (ya que he fallado estrepitosamente al intentar que entres en facebook). Te podría echar un cable con toda la parte técnica y tú sólo tendrías que subir contenidos (como los que estás publicando aquí, mismamente). Una reciente incorporación a la blogosfera de un eminente personaje de la culturilla enteógena que prefiere permanecer en el anonimato:
Todoesdroga
joan carles usó
9 de novembre 2011, 11:55 AM
12Coño, Alejo! Ese es un golpe bajo que no me esperaba… De todos modos, ya sabes que agradezco en lo que vale tu buena disposición.
El blog “Todoesdroga” lo conocí hace poco casi sin proponérmelo… Me gustó lo que dice sobre el libro ese de Jordi Cantavella que se titula “Aquests catalans estan tocats del bolet!!” y que se publicita como “una novel·la delirant d’urbanites que surten al camp”. En cuanto pueda me la leeré.
Impagable también la imagen de ese Sant Miquel con tres psilocibes en la mano… En fin, una delicia.
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