Des d’aquí pots descarregar l’article tal com va ser publicat a l’Star num. 28, any 1976 La Borrachera Moderna.pdf


Fotografia Canti. Pau Maragall a les platges d’Empúries

En els quatre articles anteriors Pau Maragall parlava del passat, dels orígens del rotllo, en ple franquisme, camells, lumpen, la universitat i el pas a la LSD, parlava de Formentera i de les flipades de la gent. En aquest article el Pau reflexiona sobre el present. Un present que l’any 1976 es començava a preveure com una borratxera i que, en la meva opinió, va durar fins les jornades llibertàries 1977. El Pau escrivia aquest article mentre l’Ajo donava per enterrada la contracultura. Clar que la contracultura que enterrava l’Ajoblanco era una contracultura elitista i importada, res a veure amb el moviment contracultural autòcton que el Pau coneixia i reivindicava i del qual “la web sense nom”, 30 anys més tard, intenta recollir els documents dispersos que han quedat.
Canti

LA BORRACHERA MODERNA

Hablando hace pocas semanas con uno de los mendas más psicodélicos de aquellos años de ácidos, de los que he estado hablando en los anteriores capítulos, me decía el tío: ”Hasta hace poco no he acabado de salir de la gran resaca que siguió a aquella borrachera cósmica. Me parece que ahora estoy entrando en otra gran. borrachera…” El que decía esto tiene ahora casi 30 años y tenía entonces 22 o 23, cuando era una especie de patriarca prematuro del mundo hippie local. ¿Que ha cambiado de entonces hasta ahora? Antes él era un enrollado con el ácido, la alquimia, la poesía, la familia hippie. Reservado, se escudaba tras una lentitud entre tímida e irónica, miraba directa e insistentemente a los ojos de los que le rodeaban, adivinando rollos, inventando rollos, con la mente siempre ocupada en eternas divagaciones. Usaba y abusaba de los símbolos externos más descarados y enigmáticos de su condición, vestimenta de todos los colores, pañuelos indios, estrellas, collares, símbolos demoníacos. En fin, todo un mundo completo.
Ahora vive en la ciudad. Separado de su mujer, de su masía campestre. De la música poético-mística-alquímica {al estilo de la Increíble String Band) ha pasado al rock urbano. Del ácido al alcohol y a lo que sea. De la familia a las bandas urbanas, al desmadre, a la orgía. Del rollo místico a la acción práctica, a la organización de grupos. Lo que no ha variado en absoluto es su actitud provocadora, individual, escandalosamente al margen de la moda política. Su evolución puede resumir la de muchos otros que saliendo de pequeños grupos hipíes súper enrollados y aislados hemos ido a parar a una situación. mucho más abierta y también mucho más contradictoria. Hemos debido vivir los problemas de la “vida moderna” de la juventud. Dinero, trabajo: casa, conflictos sentimentales, conflictos sociales. Desde entonces hasta ahora la sociedad entera ha cambiado. Cuando nosotros éramos los únicos “modernos” en medio de un mundo uniforme y gris, estrecho, moralizante, nuestra exaltación, nuestra conciencia de la brutal diferencia que había entre nosotros y el mundo, esa sensación. de gran aventura nos protegía un poco de las propias contradicciones. Pasada la gran borrachera cósmica nos hemos encontrado con una sociedad en la que ya es normal hablar de aparejamientos libres, porros, comunidades, partidos. Nuestra pequeña gran aventura es vivida ahora por muchos miles de jóvenes de una forma menos “cósmica” y más práctica. Sus problemas se discuten en revistas y libros. Hoy en día cuando un joven peludo, con poco dinero, con ganas de rollo, contrario al orden imperante, porrero, etc, .sale a la calle puede encontrarse con muchos ejemplares de su misma especie. Se puede considerar a sí mismo relativamente normal. En relación con la gente de su edad. Esa “normalidad” que proporciona la masividad del asunto y la mayor tolerancia de la sociedad no significa que sus problemas estén resueltos. Qué va!. A veces la impotencia masiva es más frustrante que la clandestinidad minoritaria, A veces las ostias son. más fuertes. Al sentirse acompañados por mucha gente que está más o menos en el mismo rollo, muchos freaks creen que todo está chupado, que solo hace falta apuntarse y ya está. Pero no. Luego salen las flipadas. Que si no hay plata, que sí no ligo nada; que si la comuna me amuerma, que si sexualmente la cosa va de frustración, etc. No hay que olvidar además que estamos en plena y profunda crisis económica. Por cada diez trabajos eventuales que había hace diez años ahora solo hay uno. Por cada diez capitalistas dispuestos antes a correr ciertos riesgos en aventuras culturales, ahora solo hay uno o ninguno. Ahora hay cantidad de juventud dispuesta a todo y sin nada que hacer. Se desarrolla la competencia. A ver quien se queda con los chollos. Se repiten los problemas: demasiada gente para una sola casa, demasiadas fiestas sin alegría, demasiados desmadres que no aportan satisfacción emocional. Además, ¿qué privilegios otorga la condición de freak? Muchas .veces los pasados que lo son desde muy jovencitos, que han pasado y pasan miseria en aras de su mayor libertad, se encuentran sorprendidos ante el hecho de que gente más seria, profesionales de carrera, se permiten los mismos lujos que eran característicos del freak: porros, orgías, festivales. Eso sí: trabajan como idiotas.

Quizá sea la actitud respecto al trabajo lo que más caracteriza al freak. Aunque muchos de ellos trabajan, la diferencia está en la importancia que dan a lo que hacen aparte de trabajo. Los freaks, o bien se buscan un trabajo que de verdad les enrolle (éste es el caso de músicos, dibujantes, artistas, artesanos y “granjeros”), o bien realizan todo tipo de trabajos eventuales (como encuestas, reparto de propaganda, guarderías, trabajos a horas}, trabajos que puedan ser abandonados o tomados, que permitan largarse de vez en cuando a cambiar de aires, que dejen tiempo para la enrollada personal y el desmadre. También hay freaks que tienen un. trabajo regular del que pasan bastante, interesándose sobre todo en lo que hacen fuera del lugar de trabajo. Lo cierto es que las fronteras entre los diferentes tipos de mendas que corren por ahí, sueltos y que de repente se encuentran juntos en los festivales, en. los Canet-Rock compañía, son sobre todo fronteras de grupo, de clan de tribu. A partir del año 73 en el que salió Zeteste, Star, Ajoblanco, cuando los festivales masivos con estrellas internacionales ya empezaron a ser normales (a partir del concierto de Santana en el Palacio de los Deportes), desde entonces hasta ahora es evidente que se ha formado una masa importante de peludos de todos los tipos con un denominador común de una cierta acritud frente al trabajo, con muchas ganas de enrollarse de manera diferente a la tradicional y absolutamente adictos a la música. Al empezar el articulo hablaba de una nueva borrachera, la que sigue a la resaca de la “borrachera cósmica”. ¿Cual es esta borrachera moderna? No puedo ser profeta. Hay muchos caminos ocultos, por suerte. hay mucha gente que vive su vida, que no pueden ni quieren ser clasificados con una u otra etiqueta, que reaccionan cuando les da la gana, que pasan bastante de ir pregonando sus ideas, que se quedan al margen de la literatura, de la política. Pero también es cierto que, en medio del ajetreo político y social actual, en medio de la famosa predemocracia, pseudodemocracia o como se le quiera llamar, en medio de todo eso, la gente, espera resultados favorables y empuja para que se pueda vivir mas libremente. Cantidad de cosas calladas y aguantadas van saliendo ahora a la superficie cargadas con una cierta dosis de impaciencia y cabreo. Y, de momento, se nota más ese empuje que los resultados. Porque el follón político actual no aporta soluciones concretas a la gente joven.. Porque esta gente mide la libertad a trabes de cosas bastante inmediatas: la tranquilidad con que se puede ir por la calle haciendo lo que les apetezca, la garantía de que la represión no está a la .vuelta de cada esquina dispuesta a caer de forma arbitraria en cualquier momento, a la posibilidad de trabajar en lo que a uno mas le enrolle sin tener que estar continuamente en una carrera de obstáculos, sin tener que lamer el culo a nadie, sin tener jerarquías de jefes y jefecillos, la libertad de enrollarse sexualmente como mejor les parezca sin tener que dar explicaciones a nadie. Y todas estas cosas de momento no están en el programa de la película política de lo actual. La película política de lo actual va sobre todo de apuntarse a algo, de decir esta boca es mía, de estar diciendo; “queremos esto, queremos aquello”. Y hay gente a la que le va mas el rollo de decir: “yo hago esto, yo hago aquello, y que pasa eh? La borrachera moderna es este descaro que empieza a verse, este mensaje en el momento de hacer las cosas como a uno le dé la gana, este cambio que va desde una ilegalidad clandestina, oculta, muy suya, a otra ilegalidad más descarada, practicada a campo abierto. Lo que se mantiene igual es la ilegalidad, lo que cambia es la clandestinidad, que se convierte en descaro.
Los partidos políticos se han percatado de este estado de ánimo de la juventud, que se apunta mas a experimentar ya vivir cosas nuevas que a sacrificarse en nombre del futuro. Por eso han acudido a los músicos, a los festivales. Gente metida en los ambientes musicales me han explicado la cantidad de manipuleos, ofertas y líos que están habiendo entre los músicos y los partidos, desde luego no deja de ser curioso que partidos que hace muy poco criticaban la actitud “frívola” o “pasada” de músicos y grupos de rock, partidos que sólo promocionaban a los “cantautores” de protesta “cívica”, ahora dan dinero y beneplácito a los anteriormente considerados como “malditos”, para atraer a la gente joven a sus mítines ya sus actos electorales. y los músicos necesitan plata, esto está claro. y actúan para los partidos que antes les maldecían, Ya veces hasta llegan a convertirse en profetas de la democracia, como en el caso de Oriol Tranvía, que hace poco era Oriol “el passat”.

Lo cierto es que hay mucha gente que no se aclara y esto es normal en un momento de cambio. Unos se apuntan, otros reaccionan en contra, otros se montan su propio rollo (cooperativas, colectivos de arte, coordinadoras) otros continúan pasando de todo como siempre. Yo no voy a juzgar a nadie. Solamente pienso que no hay que esperar milagros ni regalos, que tampoco es necesario perder el culo, que el rollo va para largo. He visto a gente metida en cooperativas, sindicatos y comunas que parece que se lo van a comer todo en dos días y que al tercer día ya están destrempados. Hay mucha efervescencia, empuje, marcha. Pero también hay palos, destrempes, desengaños. A mi me parece importante conservar lo que ya llevo a cuestas desde hace tiempo. No creo que yo vaya a hacerme un nuevo carácter “democrático”. Yo continuo siendo el mismo y teniendo las mismas ganas de enrollarme bien y montármelo bien. Continuo pensando que esto lo consigo a mí aire y con mis amigos. Evidentemente veo que ahora hay más posibilidades de dar la cara y de eliminar cosas que molestan, Y a por eso voy también. Y si en vez de pagar entradas en cines y festivales tontos conseguimos montarnos rollos más bonitos y más libres, pues muy bien, vale la pena intentarlo. Y si conseguimos que nos den menos palos, mucho mejor. Y si la calle es más nuestra, de puta madre. Y si todo este sistema se pudre y se hunde, no veas. Si los trabajadores consiguen pasar de los patronos, si se consigue eliminar las leyes que nos putean, si los chavales pueden nacer y crecer en libertad, en fin.,. para qué os voy a contar. A mi me parece que la gente lleva marcha y que también se amuerman cantidad en otros ratos, que dan la cara cuando lo consideran necesario, que a veces intentan solucionar problemas ellos solitos en su comuna o en su pareja y se amuerman porque no lo consiguen, porque creen que ellos tienen toda la culpa de no poder solucionarlos cuando en realidad es también lo que nos rodea lo que nos jode, aparte de lo que llevamos dentro. Por eso a mi me parece que está muy bien cagarse en lo que sea necesario, descargar la mala leche hacia fuera, por que este sistema se lo merece que nos caguemos en él de la forma que mejor nos vaya, merece que se le haga pipa porque él nos la está haciendo a nosotros desde que nacimos. Aunque tampoco soy de los que se dedican casi profesionalmente a cagarse en todo y se olvidan de su propia vida, se olvidan de buscar el máximo grado de felicidad que puedan alcanzar en su vida concreta, en su vida de cada día, en su cuerpo, en sus amores, en sus rollos propios. y si una parte de esa felicidad está en cagarse en lo que sea, pues adelante.
Hay muchas cosas que se pueden hacer ahora, porque es cierto que hemos pasado mucha hambre de libertad, mucho miedo y mucho mal rollo y que ya es hora de sacarnos de encima lo que pueda ser sacado, conservando lo que subterráneamente hayamos acumulado. Porque en España (o como se quiera llamar esta península) el “underground” existe en cantidad. Underground quiere decir textualmente “bajo tierra”, “subterráneo” y aquí casi todo lo de verdad se ha hecho bajo tierra, porque en la superficie más visible continuará habiendo una televisión amuermante, una política de personajes de teatro, una división entre los jefes y mandaos. El buen rollo lo tenemos que hacer entre nosotros y entre nosotros si que podemos intentar ser más libres, menos acomplejados y también más combativos frente a los que nos quieran mantener asustaditos, quietos, incomunicados.

En este último artículo de “Nosotros los malditos” quería hacer una historia y recuento de los grupos que por ahí circulan dando marcha pero al final me he pasao al panfleto y no voy a dar ningún nombre. Que ya nos encontraremos por ahí. y antes de continuar la paliza quisiera, eso sí, referirme a los grifotas de toda la vida, a los de barrios como las Barceloneta, el Chino, Gracia, Pueblo Seco, La Mina, Campo de la Bota. Esta gente no han cambiado mucho. Siguen vacilando. A veces hay gente que se creen muy modernos por fumarse un porro. y es verdad que son modernos. Pero en el asunto del vacile tiene detrás a una larga fila de gitanos, gente del chino, peluqueros, taxistas, jóvenes de barrio, gente que a lo mejor trabajaban en algo de los más corriente y normal, que hace ya mucho tiempo que se “ponen a gusto” como ellos dicen, gente que todavía no entienden porque carajo está perseguido el consumo de hierba, con lo bien que a ellos les
sienta, y que por el hecho de estar perseguido se sienten un poco al margen del mundo normal, del mundo sometido al “imperio de la Ley”. Y estando al margen del mundo establecen cierta complicidad entre ellos, se montan sus rollos. Esto de que la gente se monten sus rollos un poco aparte, pasando de los que están arriba mandando lo que está bien y lo que está mal, tiene algo que me gusta. De hecho cuantos más rollos se monte la gente pasando de dar explicaciones a nadie, mejor. Más ingobernables seremos. Lo que es necesario es que entre los que estamos “abajo” nos respetemos los rollos los unos a los otros, que seamos todos un poco cómplices en la gran ilegalidad o mejor en la alegalidad (porque en definitiva no se trata de estar en la legalidad o en la ilegalidad sino de pasar de esta distinción), que entre todos constituimos.

Porque también es cierto que la miseria, la falta de plata y de posibilidades de enrollarse bien provoca en muchos freaks un individualismo “pasado” en el mal sentido de la palabra. O sea el típico freak que llega a casa de otro freak y come todo lo que puede y se va sin decir ni esta boca es mía. Simplemente se aprovecha del otro sin dar nada a cambio, porque está flipado con la falta de plata y con sus frustraciones y solo va a sobrevivir a costa de quien sea. No quiero decir que siempre se tenga que dar algo a cambio de lo que a uno le den, pero si que es necesario explicarse, hacerse entender, llegar a acuerdos solidarios, guiados por la amistad. Al menos entre la gente que se sienta en el mismo tipo de rollo. Por mucha miseria que haya es preferible robar a un ladrón (un ladrón de los legales, de los montados a costa de otros) que engañar a un amigo. Y además contra la miseria se pueden hacer cosas colectivas, exigir mayores sueldos, montarse algún rollo, lo que sea, menos ir a joder al que tienes a tu lado. Si esto no queda claro entonces caemos en nuestra propia corrupción. La podredumbre del sistema se nos mete dentro y nos corrompe a nosotros mismos. Mejor sería que el sistema se corrompiese a sí mismo y que nosotros nos lo montásemos mejor .

También quiero hablar del asunto libertario del que tanto se habla ahora. Cantidad de juventud más o menos freak se apuntan a eso y revistas como Ajoblanco han tomado el espíritu libertario o anarquista como lema de sus rollos. La cosa es un poco complicada. Por una parte el anarquismo ha tenido en España mucha importancia y la gente proletaria se apuntó a sus ideales de forma bastante masiva ya a partir del mismo comienzo de este siglo. Gente que transformaban su pobreza y su “ignorancia” en una riqueza de ideales enorme, de forma radical. Y no solo en ideales de igualdad, de fin de la explotación, de liberación humana, de progreso auténtico, de anti-autoritarismo. También en una práctica cotidiana de montar cooperativas, de colectivizar empresas (o sea de pasar del patrón y fabricar los obreros solos los productos) , de eliminar intermediarios, autoridades, jueces y cambiarlo por una organización conjunta de los pueblos su barrios. En la guerra del 36 los anarquistas fueron eliminados por los fascistas y traicionados por los comunistas y republicanos. Los que quedan quieren recuperar sus anterior fuerza. Y los jóvenes ven en el anarquismo lo que mejor resumen muchas de sus aspiraciones: basta de jefes y de líderes, basta de politiquerías, libertad total, igualdad. Pero la diferencia entre los jóvenes y los viejos es considerable.
Los viejos hicieron del anarquismo una vida eternamente nueva para ellos. De la más puteada explotación pasaban aun ideal total. Hasta el tabaco lo dejaron. Los jóvenes ven en el anarquismo una confirmación de algo que ya llevan más o menos encima.
Para ellos el anarquismo no es un cambio total sino un paso más en su forma de vivir, opuesta ala de los adultos sometidos al orden. Son desmadrados. Ya veces el anarquismo solo es un recubrimiento de su desmadre. Y no quiero decir con esto que el desmadre sea algo condenable. Quiero decir que el desmadre es una reacción ya conocida frente al orden opresivo. El anarquismo de los viejos era una cosa desconocida hasta para ellos mismos. Era un gran descubrimiento.

Este es una aspecto de la gran confusión que haya veces entre jóvenes y viejos. La otra cosa que me gustaría decir es que, desmadre aparte, los jóvenes anarquistas, los que están más o menos con la CNT o con otras organizaciones anarquistas, a veces están ahí solamente para defenderse de la oleada de politiquerías, de las palizas y sectarismos de los partidos políticos, de todo un follón político ascendente frente al cual los jóvenes en cuestión se sienten primero confusos, después desplazados (como perdidos, como si se quedaran al margen, perdiendo el tren) y finalmente se sienten hartos, hasta las narices. Entonces van y se apuntan a una organización anarquista, como la CNT, y desde allí se caigan en todos los partidos, amparados por la bandera rojinegra y por una tradición ácrata de muchos años. Y llega un momento en que están todo el día levantando la bandera anarquista y cagándose en los partidos y en todo lo que sea su organización. Y entonces, de echo, se hallan metidos en las politiquerías que antes les amuermaban, aunque sea a la contra, pero al fin y al cabo hablando todo el día de los partidos, etc. No digo que la gente de la CNT sea así en su conjunto, pero si que hay muchos jóvenes así. Y esto unido al afán recuperador y proselitista de los viejos hace que a veces todos se obsesionen con sus siglas y su bandera, en vez de ayudar a actividades concretas de la gente que quiere autorganizarse para algo. Yo pienso que la CNT debería ayudar y ver con buenos ojos todos los intentos de la gente para montarse rollo colectivos de ayuda mutua, lucha práctico artística, todos los rollos que la gente se monta por su cuenta sin esperar a que venga algún iluminado político a darles la señal de salida y la bendición final. Y, a veces, la CNT cuando ve algún rollo así lo único que dice es: “entrad en la CNT”. y luego la CNT se llenará de gente que esperará que por el hecho de estar allí las cosas se organice solitas, y que lo único que sabrán hacer será dar la bronca contra
los partidos y poca cosa más. Precisamente, resulta mucho mejor apoyar los rollos que gente se monta: que la gente aprenda organizarse ya decidir por ellos mismos y luego ya se verá. En el caso contrario la CNT se inflará de elementos desorganizados sin ninguna experiencia. y estoy hablando sobretodo de gente freak, joven, desmadrada.

Todo esto viene a cuento de mis simpatías hacia el rollo anarquista. No estoy en contra en absoluto, pero veo confusión gorda y digo lo que creo que puede ayudar a poner las cosas más claras para todos, en beneficio del movimiento libertario en su conjunto.

En cuanto a Ajoblanco creo que la revista ha dado un salto un poco fantasmal hacia el anarquismo. Aunque sólo sea una cuestión un poco de estilo, yo diría que no hacía falta enterrar oficialmente a la “contracultura” y a los hippis, como hizo Ajoblanco, para lavarse de toda culpa y “pasarse” de repente al rollo libertario. Hay gente que ha sido hippi y freak y moderna y no ha necesitado tanto ropaje literario para seguir viviendo como lo hacen. Además los hippies y freaks son bastante conscientes de las ventajas e inconvenientes de la experiencia que han vivido, con todas sus contradicciones. Pero lo más importante no es esto si no lo concreto o abstracto que se puede llegar a ser en lo del rollo libertario. Lo que hace falta es explicar cosas concretas, impulsar cosas concretas, se llamen como se llamen. Lo que sobra es dar una teoría o una mano de pintura anarquista a todo lo que se dice, sobretodo si lo que se dice no es concreto. En este aspecto, el rollo sobre el sexo que montó Ajoblanco estuvo muy bien. Las cosas claras y directas. Yo creo que si Ajoblanco quiere dejar de ser “freak-marginado-pasota” como dice, para pasar a ser más abierto a todo tipo de cambio social autoritario, debe tener en
cuenta que la gente a quien se dirige son o han sido en buena parte “Freak-marginado-pasota”. y ello no quiere decir que tengan que seguir siendo como eran, pueden cambiar como de hecho lo hacen. y pueden cambiar en la misma dirección que apunta Ajoblanco en el fondo. En fin que para negar algo primero hay que afirmarlo. Para salir de la marginación hay que afirmarse en ella para ver de que punto de partida se sale. Sino, uno puede quedarse a medio camino, volando.

Bueno y sin ningún rencor para nadie se acabó aquí el asunto de los “malditos”. Me he pegado un viaje por el pasado considerable. He visto cantidad de caras de amigos y de amigas. Situaciones maravillosas y situaciones súper-flipadas. Toda una historia de la que yo solo he explicado un pequeño trocito. Mucha otra gente podría explicar lo suyo, sus grandes borracheras por el túnel del tiempo, sus vuelos nocturnos o espaciales, sus vaciladas, sus recuerdos amigables. Al acabar este rollo siento un gran cariño hacia todas las que recuerdo a través de mis historias, toda la gente que ha vivido las aventuras y las infinitas vueltas al coco ya los sentimientos que hemos dado para vivir nuestro rollo. Así que con mucho cariño corto el rollo y me voy a dar una vuelta. ¿Qué pasará mañana?
Pues no se. Besos.

PAU MALVIDO