Fotografia Diari de Barcelona, J.A. Saenz Guerrero

Fue instalado en 1909 según los más puros preceptos modernistas y, como dice Gasch, fue el local social de la gente de circo: payasos, acróbatas, contorsionistas, domadores de pulgas y de leones, malabaristas y trapecis¬tas. «Bajo la mirada paternal del dueño del establecimiento, el señor Roig, los artistas de circo jugaban a las cartas o al dominó, sentados a las mesas de mármol con pies de hierro». Y Gasch añade: «El London Bar es sin ninguna duda el único café de Barcelona que no ha sido modernizado.» Por suerte, en la reciente reforma se ha mantenido el estilo de este local para atraer a los jóvenes de la contracultura. Al fondo se ha establecido un «Niu d’art» cuya entrada, según reza un cartel más formalista que disciplinario, sólo está permitida a los socios. Buena parte de la decoración ha corrido a cargo de uno de los personajes más extraños de Barcelona, el limpiabotas «Jaumet».


Fotografia Diari de Barcelona, J.A. Saenz Guerrero

La composición de la clientela juvenil del London es muy interesante: Están, primeramente, los «músicos», gente callada pero muy entusiasta, por lo general de sexo masculino, que forma parte de conjuntos y grupos musicales, donde tocan la guitarra, el saxo, la batería o cantan. Están, después, los «políticos», de signo más racionalista, y que gustan de «enrollarse» en interminables discursos sobre las estructuras y las superestructuras. Vienen seguidamente los «gurús» y «goliardos», de más edad, con sus «rollos» sobre el sexo, la droga, la trascendencia, Nietzsche, Brown, Watts y las «communities», cuya especialidad consiste en «iniciar» a las muchachas en flor en las artes eróticas. Los «pasados», o drogadictos, forman otro grupo, más práctico, y que también se «enrollan» lo suyo contando experiencias mágicas. Los «comerciantes» son aquéllos que traen del África del Norte y del Asia meridional todo tipo de objetos para vestirse y adornarse. Los «filósofos», más o menos seguidores de García Calvo y de E. Trías, son más raros, pero cuando aparecen encuentran un público selecto e incondicional.


Fotografia autor desconegut, de la Guia Secreta de Barcelona, JM Carandell

Finalmente, están los «pijos» y los curiosos, que en los últimos meses han desplazado a la mayoría de los grupos anteriores, con el visto bueno de la autoridad, convirtiendo el London en un lugar de moda y de camelo. Pero, en todo caso, en pocos sitios de Barcelona se «conecta» tan bien como en éste, si «conectar» quiere decir ligar a niveles mentales, cordiales y demás.

Josep Maria Carandell
Guia Secreta de Barcelona, Al Borak, Madrid, 1974