Martí Sans
Publicat a Cannabis Magazine nùm. 71

El pasado 19 de febrero se presentó en Barcelona TEONANÁCATL, el último libro de Jonathan Ott publicado en castellano. Acompañaron al maestro, el psicólogo José Carlos Bouso, el historiador Joan Carles Usó y el antropólogo Josep Ma Fericgla.

Digo maestro: Ott para mí lo es en su sentido más amplio. Dentro del campo enteogénico, psicodélico o cómo quieran llamarlo, Ott es maestro indiscutido y lo es, como todo verdadero maestro, por sus dichos y por sus hechos.

Sus dichos: son sus escritos, conferencias y seminarios, en ellos Ott sistematiza todo el conocimiento enteogénico de la generación anterior, la de sus maestros Wasson y Hofmann, extendiéndolo por primera vez a todo el planeta. Su Pharmacotheon es el vademécum universal del mundo enteogénico, pero va un paso más allá, en Análogos de la ayahuasca expone y demuestra que en cada región de nuestro planeta se halla una farmacopea mágica para quien quiera aprender de sus secretos, de esta manera, “el hombre blanco” que reclame su medicina chamánica, la puede encontrar en los hongos y plantas de su jardín.

Evitaremos así algo que a Ott le preocupa y mucho: la devastadora eclosión del psico-turismo en los centros tradicionales de consumo. Como pasó con los hippys americanos tras la estela de María Sabina y de Don Juan, el chaman de ficción inventado por el avispado Carlos Castaneda.

En cuanto a sus hechos: he asistido a sus seminarios y el testimonio de su actitud fue tan aleccionador, para mí, como sus utilísimas informaciones empíricas, sino más. En cierta ocasión, un conocido psicólogo que utiliza la sabiduría chamánica con fines terapéuticos me dijo de él en un tono algo despectivo: es un “probador.” ¡Afortunadamente sólo es un probador! y radicalmente empírico, no da lecciones de autoayuda, fabrica vademécum para psiconautas. Después de rechazar en la universidad la utilización de cobayas, practica únicamente auto-ensayos. Él es la cobaya. Se acerca la planta a la lengua con el respeto de un hombre primigenio y va aumentado la dosis hasta encontrar el efecto óptimo, entonces levanta acta de sus efectos (que es lo importante) y de sus características farmacológicas y botánicas. Estos auto-ensayos psiconáuticos son para él fuente de placer y sabiduría, como para cualquiera que les sepa sacar su jugo, pero no especula con sus enseñanzas y no nos vende ninguna “bondad” filosófica o terapéutica, como harían el gurú o el sanador.

Se ha dicho de él que es el Escohotado americano, pero la comparación no es exacta, Escohotado es de letras, Ott de ciencias, y de una especie que difícilmente encontraríamos aquí en el campo académico: es un freak de la vieja guardia.

Se presentó en el acto con sus eternas sandalias sin calcetines (un día invernal de lluvia copiosa), su melena canosa en coleta hasta media espalda y un rostro alegre y huesudo como el resto de su cuerpo. Lo precedieron en la presentación tres amigos, y en cierta manera, discípulos, que hablaron (no sé si intencionadamente) por orden cronológico.
El más joven José Carlos Bouso, un psicólogo dedicado a la investigación clínica con enteógenos; con cierta timidez inicial, explicó el concepto de medicina recreativa que rompe la odiosa dicotomía entre placer y curación, y contó que leyó el TEONANÁCATL fotocopiado de la 1ª edición española, gracias a un curso de postgrado con Jonathan Ott que cambió su vida profesional.

A continuación Joan Carles Usó, situó el libro en su contexto histórico: la presidencia de Jimmy Carter, dato nada baladí, pues desde 1969 con el advenimiento de Nixon, que declaró la droga enemigo público número uno, hasta la llegada de Carter en 1977, EEUU vivió una década de brutal represión farmacológica.

Josep Ma Fericgla, el mas veterano, alabó tanto el contenido del libro como la calidad artesanal de su edición y sobre todo la audacia de sus editores. Fericgla, que organiza los seminarios de Ott en Can Benet, recordó que aún había plazas para el que empezaba al día siguiente.

Finalmente Ott, nos explicó como con unos medios muy exiguos (atravesando el país en auto-stop) pudo montar la “Segunda conferencia internacional sobre hongos alucinógenos”, que se celebró a finales de octubre de 1977 en un pueblo costero de Washington, y como se ganó la confianza de sus maestros: Richard Evans Schultes, Albert Hofman y R. Gordon Wasson para que participaran en ella.

El libro, redactado por J. Ott y Jeremy Bigwood, recoge sus ponencias, e incluye una breve historia y un diccionario de los hongos enteogénicos americanos. TEONANÁCATL Hongos enteogénicos de Norteamérica es un libro insólito. Una edición limitada de 250 ejemplares, numerados y firmados por J. Ott, encuadernados artesanalmente en tapa dura y estuche forrados de tela que incluye 7 láminas ilustradas. Su exquisitez artesanal remite a libros de otra época, una época de ex-libris, de ediciones de bibliófilo y lujosas encuadernaciones.

Tras esta empresa quijotesca están Xavi Vidal coordinador de Ulises, su compinche Jonás y Nacho Simal de La cruda, que publican bajo el sello de ediciones ET (estudiosos de tema).

El acto tuvo lugar en “La Papa”, al parecer una escisión de la asociación antiprohibicionista ALA y el local estaba a rebosar. El poeta Xavier Sabate, recibía en la puerta con sonrisa de orondo buda.

El público: Una mezcla perfecta entre los jóvenes procedentes de la neo-psicodelización de los 90, siguiendo la estela de Ulises, y de la vieja guardia freak o lo que queda de ella, representada por un nutrido grupo de La web sense nom: Canti, Pilar, Maria, Marta, “Jerónimo” que cumplía ese día 55 años y la risa contagiosa de Nuria Díaz.

Jordi, de los extintos Psiconautas, nos contó que había empezado el año bajo el influjo de una fuerte intuición: La vuelta al hongo. Propuso a Xavi Vidal la organización de un congreso sobre hongos. No hay que olvidar que Jordi y Xavi, o lo que es lo mismo, Psiconautas y La liebre de Marzo, organizaron las jornadas Psicodélicas en el CCCB.

Un run run recorría La Papa aquella noche lluviosa: ¿Será éste el año del hongo?

Clica aquí pel veure les fotografies de l’acte de presentació.